miércoles, 23 de febrero de 2011

MIRAR HACIA EL CIELO

Hay algo que me parece sorprendente y extraordinario a la vez. Es evidente que hay un movimiento mundial de despertar, pese a los avestruces que todavía entre nosotros, esconden su cabeza enterrada en el suelo para no ver lo que realmente está sucediendo.

Esta mañana, ha amanecido un día espléndido y extraordinario, un cielo despejado azul, con un sol cálido. Los que disfrutamos del privilegio de la naturaleza, podemos comprobar por nosotros mismos que los almendros ya están en flor, que los árboles muestran sus brotes primaverales. Que los pájaros están preparando sus nidos… Esa es la realidad de este planeta, pero como cada día precioso de primavera, más de ocho aviones en esta zona no han parado de pulverizar su mierda química, cubriendo todo el cielo de estelas tóxicas que nada tienen que ver ni con los contrails, ni con las nubes delgaditas altas como las describen los asalariados de la élite que actúan como meteorólogos y meteorólogas en varias cadenas televisivas que carecen de dos cosas: autenticidad y vergüenza. Y finalmente han cubierto el sol y el cielo azul se ha tornado grisáceo, blanquecino. Claro que basta con mirar hacia el cielo para descubrir lo que están haciendo, lo que nos están haciendo. Hay más gripes y virus que provocan neumonías, congestiones, diarreas y otros malestares generales, para que acudamos a una clase médica sobornada en su mayoría por las corporaciones farmacéuticas, que como sus fieles esbirros sanitarios, se limitan a tapar los síntomas creando otras enfermedades peores a causa de la medicación recomendada: las iatrogenias.

Y además, como colofón, con el invento de Tesla, utilizado para sus fines avariciosos, bajan las temperaturas y provocan las densidades y neblinas que les sale de sus partes íntimas y nosotros los borregos a consumir gasóleo, o gas o electricidad, que nos pertenece a todos, pero que se nos cobra a precios desorbitados tanto para nosotros como para nuestra madre tierra. Y no termina ahí lo más escabroso, se inventan nuevos impuestos a nuestra costa, porque claro, todos los corruptos que gobiernan en este mundo, no renunciarán a un solo euro de sus sobornos elitistas en pro de la humanidad. Si eso fuera así, no existirían gobernantes en este planeta y tampoco existirían bancos ni banqueros, porque no necesitaríamos de dinero para vivir plena, sana y abundantemente.
Por un momento, ¿podéis imaginar un mundo sin dinero, sin gobernantes ni gobiernos? ¿Un mundo sin drogas ni manipulaciones, sin guerras ni violencia? ¿Podéis imaginar un mundo, donde todos trabajemos por amor, por vocación, por placer y alegría para nuestro bienestar y el de todos? Un mundo donde todos dispongamos de nuestra casa, de nuestro huerto, de energía libre, de motores de agua, de información y aprendizaje constante, de investigación, de medicina preventiva… Un mundo donde no exista el consumismo, donde todas nuestras necesidades estén cubiertas.Un mundo sin esclavos, sin luchas, sin envidia, sin competitividad.

Seguramente que la mayoría de vosotros creerá que se trata de una utopía inalcanzable, pero no es así. La energía libre existe igual que el motor de agua. Esta tierra es suficientemente grande, rica y plena para abastecer con creces a toda la humanidad de alimento y agua.
¿Sabéis que una marca de refrescos mundialmente conocida por su publicidad y colores rojo y blanco, se carga acuíferos y tiene que cambiar de ubicación sus fábricas, porque para uno de sus refrescos tóxicos de litro, necesitan un montón de litros de preciosa y sana agua? ¿Sabéis la destrucción ambiental que generan las corporaciones con sus yacimientos mineros en Sudamérica y otras partes de este planeta? ¿Sabéis la esclavitud que generan las corporaciones de calzado y ropa deportiva o de productos de una marca mundialmente famosa por su chocolate y otros derivados?
Pues muchos como yo nos imaginamos un mundo sin ellos, sin su avaricia, sin su corrupción, sin sus mentiras, sin su “magia” oscura y sin sus guerras. Un mundo donde todos vivamos en armonía, plenitud y abundancia.

En muchos países de este bendito planeta, se ha iniciado el despertar de la consciencia y ya no quieren más corrupción ni asalariados de la élite. Una gran parte del planeta dice No al sionismo y a su sucia estrategia de “aplastar y saquear”. Y cada vez más ciudadanos del planeta tierra se unirán a este despertar. Y eso sí que es INEVITABLE, gracias a Dios.

Sgael

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