viernes, 18 de marzo de 2011

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS

Nuestra historia actual, desde hace unos años para acá y especialmente en estos últimos tiempos, se parece muchísimo a la guerra de las galaxias, en cuanto a que existen unos pocos rebeldes contra un imperio maligno y oscuro que domina la galaxia. George Lucas, más que un director cinematográfico y un guionista, nos parece ahora más un profeta que veía la realidad mucho más que algunos que se creen que vienen de vuelta.

Es penoso y lamentable que todavía no nos demos cuenta de que hay un país Imperialista que domina al resto de los países, estableciendo su “ley” a la fuerza y utilizando una fuerza realmente oscura que domina una tecnología que en principio fue creada para el bien y es utilizada para provocar terremotos, tsunamis, tornados, huracanes y para alterar el clima a su antojo y conveniencia: las H.A.A.R.P. Todo ello para justificar sus “planes” y su capacidad de aplastamiento de los inocentes. El Imperio, en este caso amenaza con escarmentar a todos aquellos que le lleven la contraria, y de ese modo se sale con la suya. Y nunca mejor dicho: la suya pero no la nuestra, no la de los seres humanos, no la de los inocentes.
Este imperio está constituido por una matriz oscura, compuesta por unos pocos oligarcas y multimillonarios, propietarios de las corporaciones, que establecen la famosa agenda de destrucción, en la que sólo ellos y sus sirvientes sobreviven a toda la destrucción que ellos mismos tienen planeada para este planeta y toda la humanidad.

Os recuerdo que en la guerra de las galaxias, los oscuros que dominaban toda la galaxia, perseguían a los “rebeldes”, igual que los imperialistas y la élite, persiguen a los que ellos mismos llaman conspiranoicos, pero que en realidad son seres despiertos, muy despiertos, que luchan sin miedos, para que la humanidad despierte de una vez y se libere de este imperio.
¿Cómo lo hacen? Imponiéndose mediante la amenaza de utilizar las H.A.A.R.P para destruir cualquier país que les lleve la contraria. ¿Por qué lo hacen? Por avaricia y para quedarse con todo el petróleo, agua y riquezas de este planeta, especialmente el oro y porque son destructores, no constructores y se consideran los dueños de esta bendita tierra y de todos nosotros, los seres humanos.
Es curioso que no hayan entrado en Yemen o en Egipto, países que no tienen petróleo ni acuíferos ni ningún tipo de riqueza que les interese. En cambio Libia es un país muy rico en petróleo y con depósitos de agua y otros beneficios. Si empezamos a mirar hacia atrás, veremos los países ricos en petróleo en donde el imperio ha reclamado el territorio, a costa de los inocentes que vivían felices hasta ese momento. Los medios de comunicación son suyos, trabajan para el Imperio, para los que dominan el poder.

¿Cómo podemos contraatacar a este Imperio? Despertando, siendo autosuficientes, no consumiendo sus productos ni sus servicios y sobre todo no viendo la televisión. Informándonos de todo, por nosotros mismos. Las casualidades no existen. No es casual que hayan variado la programación televisiva para crear “idiotas” hipnotizados. Ni que haya bajado el coeficiente intelectual, gracias a las vacunas, radiaciones, fumigaciones de chemtrails, alimentación y TELEVISIÓN BASURA e hipnótica, cargada de millones de mensajes subliminales que inducen a beber, a fumar y a otros menesteres que asesinan a miles de neuronas. Además de la “curiosa casualidad” de las torres de telefonía móvil, cercanas a muchos colegios e institutos de nuestro país. Además de un sistema educativo penoso y obsoleto.

Deberíamos empezar a medir las ondas que recibimos a diario y la capacidad hipnótica y destructiva, de las televisiones, especialmente las de plasma, con sus efectos destructivos y nocivos para la salud, de los teléfonos móviles, etc.

Lo positivo de la guerra de las galaxias, es que al final los rebeldes triunfan, es decir que los despiertos se liberan del Imperio para siempre, volviendo a un orden natural, en armonía con la naturaleza y en unión con todos los seres, sin excepción. Como sucederá aquí en nuestro planeta, cuando todos despertemos y ejerzamos todo nuestro poder creador y transformador interior. Cuando realmente tomemos consciencia de que nosotros tenemos el poder auténtico, por eso este Imperio tiene contados todos sus días y cuanto más ejerzan su “fuerza”, más les saldrá el tiro por la culata y nunca mejor dicho.

Sgael y Azrael