Hay algo que me parece sorprendente y extraordinario a la vez. Es evidente que hay un movimiento mundial de despertar, pese a los avestruces que todavía entre nosotros, esconden su cabeza enterrada en el suelo para no ver lo que realmente está sucediendo.
Esta mañana, ha amanecido un día espléndido y extraordinario, un cielo despejado azul, con un sol cálido. Los que disfrutamos del privilegio de la naturaleza, podemos comprobar por nosotros mismos que los almendros ya están en flor, que los árboles muestran sus brotes primaverales. Que los pájaros están preparando sus nidos… Esa es la realidad de este planeta, pero como cada día precioso de primavera, más de ocho aviones en esta zona no han parado de pulverizar su mierda química, cubriendo todo el cielo de estelas tóxicas que nada tienen que ver ni con los contrails, ni con las nubes delgaditas altas como las describen los asalariados de la élite que actúan como meteorólogos y meteorólogas en varias cadenas televisivas que carecen de dos cosas: autenticidad y vergüenza. Y finalmente han cubierto el sol y el cielo azul se ha tornado grisáceo, blanquecino. Claro que basta con mirar hacia el cielo para descubrir lo que están haciendo, lo que nos están haciendo. Hay más gripes y virus que provocan neumonías, congestiones, diarreas y otros malestares generales, para que acudamos a una clase médica sobornada en su mayoría por las corporaciones farmacéuticas, que como sus fieles esbirros sanitarios, se limitan a tapar los síntomas creando otras enfermedades peores a causa de la medicación recomendada: las iatrogenias.
Y además, como colofón, con el invento de Tesla, utilizado para sus fines avariciosos, bajan las temperaturas y provocan las densidades y neblinas que les sale de sus partes íntimas y nosotros los borregos a consumir gasóleo, o gas o electricidad, que nos pertenece a todos, pero que se nos cobra a precios desorbitados tanto para nosotros como para nuestra madre tierra. Y no termina ahí lo más escabroso, se inventan nuevos impuestos a nuestra costa, porque claro, todos los corruptos que gobiernan en este mundo, no renunciarán a un solo euro de sus sobornos elitistas en pro de la humanidad. Si eso fuera así, no existirían gobernantes en este planeta y tampoco existirían bancos ni banqueros, porque no necesitaríamos de dinero para vivir plena, sana y abundantemente.
Por un momento, ¿podéis imaginar un mundo sin dinero, sin gobernantes ni gobiernos? ¿Un mundo sin drogas ni manipulaciones, sin guerras ni violencia? ¿Podéis imaginar un mundo, donde todos trabajemos por amor, por vocación, por placer y alegría para nuestro bienestar y el de todos? Un mundo donde todos dispongamos de nuestra casa, de nuestro huerto, de energía libre, de motores de agua, de información y aprendizaje constante, de investigación, de medicina preventiva… Un mundo donde no exista el consumismo, donde todas nuestras necesidades estén cubiertas.Un mundo sin esclavos, sin luchas, sin envidia, sin competitividad.
Seguramente que la mayoría de vosotros creerá que se trata de una utopía inalcanzable, pero no es así. La energía libre existe igual que el motor de agua. Esta tierra es suficientemente grande, rica y plena para abastecer con creces a toda la humanidad de alimento y agua.
¿Sabéis que una marca de refrescos mundialmente conocida por su publicidad y colores rojo y blanco, se carga acuíferos y tiene que cambiar de ubicación sus fábricas, porque para uno de sus refrescos tóxicos de litro, necesitan un montón de litros de preciosa y sana agua? ¿Sabéis la destrucción ambiental que generan las corporaciones con sus yacimientos mineros en Sudamérica y otras partes de este planeta? ¿Sabéis la esclavitud que generan las corporaciones de calzado y ropa deportiva o de productos de una marca mundialmente famosa por su chocolate y otros derivados?
Pues muchos como yo nos imaginamos un mundo sin ellos, sin su avaricia, sin su corrupción, sin sus mentiras, sin su “magia” oscura y sin sus guerras. Un mundo donde todos vivamos en armonía, plenitud y abundancia.
En muchos países de este bendito planeta, se ha iniciado el despertar de la consciencia y ya no quieren más corrupción ni asalariados de la élite. Una gran parte del planeta dice No al sionismo y a su sucia estrategia de “aplastar y saquear”. Y cada vez más ciudadanos del planeta tierra se unirán a este despertar. Y eso sí que es INEVITABLE, gracias a Dios.
Sgael
miércoles, 23 de febrero de 2011
viernes, 18 de febrero de 2011
MIRAR HACIA DENTRO
Estamos viviendo un proceso de cambio y de transformación, nos guste o nos disguste. Todo depende del color del cristal con que miremos los cambios.
Por una parte, la misma minoría dictadora de cualquier movimiento en el planeta, aferrándose a su plan, a su agenda, quiere iniciar una tercera guerra mundial contra Irán y los países árabes, fingiendo y representando el peligro que supone el Islam.
Por otra parte, unos seres extraordinarios, despiertos, que no tienen miedo y que sí tienen muy claro que la libertad, que el libre albedrío, don regalado por el Todo Uno Amor, es el denominador común de toda la humanidad, sin diferencias raciales, sociales, de fe etc., y que eligen un modelo de gobierno, totalmente distinto, sin abusos, sin esclavitud, ecuánime para todos, salen a la calle en manifestaciones pacíficas, armados tan solo con su amor y su claridad interior.
¿Y qué sucede? Se les intenta aplastar a toda costa. Se les intenta manipular por todos los medios. Además con toda la hipocresía de los gobiernos que claramente apoyan a un país minoritario que oprime las libertades de millones de seres, escudándose en un martirio falso que ellos mismos crearon para su propio pueblo. Y esos mismos gobiernos, a su vez, siguen las normas que esta minoría dictadora y que consiste en considerar a la humanidad un rebaño de borregos, a los que hay que esquilar, sangrar y por supuesto aniquilar.
¿Por qué? Porque en primer lugar, no tienen ni corazón ni sentimientos. Sus lágrimas son idénticamente falsas a las de los cocodrilos y nunca mejor semejante similitud. Y porque se han propuesto un plan y tienen fecha de caducidad, por lo tanto tienen mucha prisa. Han de crear el suficiente caos en todas partes para poder generar una tercera guerra mundial. Han de establecer un orden mundial, basado en aplastar cualquier atisbo de libertad individual. Acabar con todos los disidentes a sus planes y con aquellos que quieran ser autosuficientes, o salir del sistema.
¿Cómo? Generando el suficiente caos, silencio, manipulación, y opresión, para poder establecer un orden de excepción y retirar todos los derechos a los ciudadanos. Algo así, como el Imperio de la guerra de las galaxias, pero lamentablemente en este planeta.
¿No os habéis planteado nunca, quienes establecieron las fronteras y se repartieron el planeta? Pues los mismos que recogen energía eléctrica de la parrilla electromagnética (que por cierto está al alcance de cualquier ser humano a través de la energía libre) y a través de las centrales eléctricas, las recogen y las distribuyen, cobrando por algo que es propiedad de todos los seres humanos. Los mismos que se han apropiado del agua, la contaminan con elementos químicos y metales pesados, la distribuyen y nos la hacen pagar a un elevado coste.
¿Curioso, verdad? Pagamos por nuestra propia enfermedad, por nuestro propio deterioro.
¿Qué clase de mundo sería este, sin gobiernos, ni dinero? Un mundo coordinado sólo por los más sabios, donde todos los países se compartiesen con todos, donde se trabajase por amor, donde todos los seres humanos disfrutasen de toda la abundancia natural de este magnífico mundo en el que habitamos.
¿Os imagináis un mundo sin guerras, sin armas, sin robos, sin droga, sin alcohol? Un mundo en el que cada uno de nosotros trabajase por la comunidad en lo que más nos gusta, durante unas horas y el resto del día fuera de ocio, de placer, de crecimiento interior, de desarrollo espiritual y mental.
¿Podéis imaginar un mundo con una medicina preventiva, sin medicamentos agresivos, solo con productos naturales y métodos no agresivos? ¿Un mundo sin corporaciones, sin avaricia, sin bancos, sin impuestos?
En el que todos cooperásemos por la comunidad, con todo nuestro amor y alegría. En el que no hubiesen enfermedades, porque tomásemos consciencia de lo que dijo el fundador de la medicina Hipócrates: no existe la enfermedad sino el enfermo.
En el que nos moviésemos con vehículos con motores de agua, (que ya existen desde la época de Franco, por cierto y hay documentación visual de ello), que tuviésemos motores de energía libre (que ya creó Tesla), donde las H.A.A.R.P, se utilizasen para detectar acuíferos y armonizasen este planeta en lugar de crear terremotos y manipular el clima.
Entonces, si ya existe el motor de agua, si ya existe la energía libre, si hay médicos que dicen que ya se ha encontrado la solución del cáncer, si ya estamos viendo la falsedad de noticias que nos brindan los medios “oficiales” y vemos el “abuso” de “las falsas crisis” creadas y diseñadas por los mismos de siempre. Si la corrupción política y de otras formas, es más que evidente. ¿Por qué seguimos callados?
Despertad y mirad en vuestro interior antes de responder.
Sgael
Por una parte, la misma minoría dictadora de cualquier movimiento en el planeta, aferrándose a su plan, a su agenda, quiere iniciar una tercera guerra mundial contra Irán y los países árabes, fingiendo y representando el peligro que supone el Islam.
Por otra parte, unos seres extraordinarios, despiertos, que no tienen miedo y que sí tienen muy claro que la libertad, que el libre albedrío, don regalado por el Todo Uno Amor, es el denominador común de toda la humanidad, sin diferencias raciales, sociales, de fe etc., y que eligen un modelo de gobierno, totalmente distinto, sin abusos, sin esclavitud, ecuánime para todos, salen a la calle en manifestaciones pacíficas, armados tan solo con su amor y su claridad interior.
¿Y qué sucede? Se les intenta aplastar a toda costa. Se les intenta manipular por todos los medios. Además con toda la hipocresía de los gobiernos que claramente apoyan a un país minoritario que oprime las libertades de millones de seres, escudándose en un martirio falso que ellos mismos crearon para su propio pueblo. Y esos mismos gobiernos, a su vez, siguen las normas que esta minoría dictadora y que consiste en considerar a la humanidad un rebaño de borregos, a los que hay que esquilar, sangrar y por supuesto aniquilar.
¿Por qué? Porque en primer lugar, no tienen ni corazón ni sentimientos. Sus lágrimas son idénticamente falsas a las de los cocodrilos y nunca mejor semejante similitud. Y porque se han propuesto un plan y tienen fecha de caducidad, por lo tanto tienen mucha prisa. Han de crear el suficiente caos en todas partes para poder generar una tercera guerra mundial. Han de establecer un orden mundial, basado en aplastar cualquier atisbo de libertad individual. Acabar con todos los disidentes a sus planes y con aquellos que quieran ser autosuficientes, o salir del sistema.
¿Cómo? Generando el suficiente caos, silencio, manipulación, y opresión, para poder establecer un orden de excepción y retirar todos los derechos a los ciudadanos. Algo así, como el Imperio de la guerra de las galaxias, pero lamentablemente en este planeta.
¿No os habéis planteado nunca, quienes establecieron las fronteras y se repartieron el planeta? Pues los mismos que recogen energía eléctrica de la parrilla electromagnética (que por cierto está al alcance de cualquier ser humano a través de la energía libre) y a través de las centrales eléctricas, las recogen y las distribuyen, cobrando por algo que es propiedad de todos los seres humanos. Los mismos que se han apropiado del agua, la contaminan con elementos químicos y metales pesados, la distribuyen y nos la hacen pagar a un elevado coste.
¿Curioso, verdad? Pagamos por nuestra propia enfermedad, por nuestro propio deterioro.
¿Qué clase de mundo sería este, sin gobiernos, ni dinero? Un mundo coordinado sólo por los más sabios, donde todos los países se compartiesen con todos, donde se trabajase por amor, donde todos los seres humanos disfrutasen de toda la abundancia natural de este magnífico mundo en el que habitamos.
¿Os imagináis un mundo sin guerras, sin armas, sin robos, sin droga, sin alcohol? Un mundo en el que cada uno de nosotros trabajase por la comunidad en lo que más nos gusta, durante unas horas y el resto del día fuera de ocio, de placer, de crecimiento interior, de desarrollo espiritual y mental.
¿Podéis imaginar un mundo con una medicina preventiva, sin medicamentos agresivos, solo con productos naturales y métodos no agresivos? ¿Un mundo sin corporaciones, sin avaricia, sin bancos, sin impuestos?
En el que todos cooperásemos por la comunidad, con todo nuestro amor y alegría. En el que no hubiesen enfermedades, porque tomásemos consciencia de lo que dijo el fundador de la medicina Hipócrates: no existe la enfermedad sino el enfermo.
En el que nos moviésemos con vehículos con motores de agua, (que ya existen desde la época de Franco, por cierto y hay documentación visual de ello), que tuviésemos motores de energía libre (que ya creó Tesla), donde las H.A.A.R.P, se utilizasen para detectar acuíferos y armonizasen este planeta en lugar de crear terremotos y manipular el clima.
Entonces, si ya existe el motor de agua, si ya existe la energía libre, si hay médicos que dicen que ya se ha encontrado la solución del cáncer, si ya estamos viendo la falsedad de noticias que nos brindan los medios “oficiales” y vemos el “abuso” de “las falsas crisis” creadas y diseñadas por los mismos de siempre. Si la corrupción política y de otras formas, es más que evidente. ¿Por qué seguimos callados?
Despertad y mirad en vuestro interior antes de responder.
Sgael
jueves, 3 de febrero de 2011
LA REVOLUCIÓN DEL AMOR
Ya se ha iniciado y no hay quién lo pare. Por muchos chemtrails que pulvericen a lo largo y ancho de todo el planeta, seguramente con un elevado porcentaje de flúor entre otros metales pesados, para “aletargar” y “adormecer” al guerrero de luz, que todos los seres humanos llevamos en nuestro corazón. Por muchos “infiltrados” seguidores de un régimen apoyado por Israel y Estados Unidos, que se cuelen en la plaza, donde seres inocentes y muy valerosos, manifiestan su protesta, su Basta Ya a la opresión, a la corrupción, a la violencia, a la manipulación y a las violaciones constantes y reiterativas de todos los derechos inalienables de todo ser.
Esos seres pacíficos, llevan en su interior el arma más poderosa: el amor. Mientras los infiltrados van armados, para agredir, para matar lo que ellos no tienen, los seres más valientes y pacíficos, se enfrentan a esos agresores, sin miedos, ni siquiera a perder sus propias vidas en arras de algo más grande que todos ellos: un país más sano y justo, un mundo distinto y mejor para que sus hijos y los hijos de sus hijos, puedan vivir y disfrutar de equidad, de salud, de armonía, de paz. Donde todos ellos puedan hermanarse con todos los seres buenos e inocentes que habitan este bendito planeta, en el que unos “invasores” y “violadores” de los derechos humanos, establecen su sistema de destrucción, mientras se creen poseedores de toda la vida que existe en este planeta y en otros mundos. Se nombran a ellos mismos jueces de una injusticia manifiesta, día tras día.
Comenzaron por bloquearles las comunicaciones. Primero Internet, después los móviles y no satisfechos con ello y viendo que se les iba de las manos, porque la libertad es un derecho divino regalado a todos los seres humanos, a todos los seres buenos, a todos los humildes, recurrieron a sus tácticas habituales: la destrucción por el placer de destruir. Y mostraron su espada sangrienta. Y siguen mostrando su miedo, con los chemtrails y otras estratagemas, que de nada les van a servir. Esta vez no. Porque la revolución del amor está servida. Servida por unos seres sencillos, héroes del día a día, seres humildes con un gran corazón, con una fe extraordinaria y sin miedos.
Así que deberíamos aprender todos de ellos y unirnos de una vez por todas, todos los seres humanos, como ellos han hecho en todo el mundo, más allá del color de la piel, de los credos y de cualquier cosa, porque todos somos Uno y nuestros corazones son del mismo color y laten con la misma fuerza y pureza: la que brinda el Amor.
Bendita revolución del Amor y benditos sean nuestros hermanos egipcios y todos nuestros hermanos de este planeta que han tenido valor para iniciar el gran cambio.
Desde aquí todo mi amor y respeto para ellos.
Sgael.
Esos seres pacíficos, llevan en su interior el arma más poderosa: el amor. Mientras los infiltrados van armados, para agredir, para matar lo que ellos no tienen, los seres más valientes y pacíficos, se enfrentan a esos agresores, sin miedos, ni siquiera a perder sus propias vidas en arras de algo más grande que todos ellos: un país más sano y justo, un mundo distinto y mejor para que sus hijos y los hijos de sus hijos, puedan vivir y disfrutar de equidad, de salud, de armonía, de paz. Donde todos ellos puedan hermanarse con todos los seres buenos e inocentes que habitan este bendito planeta, en el que unos “invasores” y “violadores” de los derechos humanos, establecen su sistema de destrucción, mientras se creen poseedores de toda la vida que existe en este planeta y en otros mundos. Se nombran a ellos mismos jueces de una injusticia manifiesta, día tras día.
Comenzaron por bloquearles las comunicaciones. Primero Internet, después los móviles y no satisfechos con ello y viendo que se les iba de las manos, porque la libertad es un derecho divino regalado a todos los seres humanos, a todos los seres buenos, a todos los humildes, recurrieron a sus tácticas habituales: la destrucción por el placer de destruir. Y mostraron su espada sangrienta. Y siguen mostrando su miedo, con los chemtrails y otras estratagemas, que de nada les van a servir. Esta vez no. Porque la revolución del amor está servida. Servida por unos seres sencillos, héroes del día a día, seres humildes con un gran corazón, con una fe extraordinaria y sin miedos.
Así que deberíamos aprender todos de ellos y unirnos de una vez por todas, todos los seres humanos, como ellos han hecho en todo el mundo, más allá del color de la piel, de los credos y de cualquier cosa, porque todos somos Uno y nuestros corazones son del mismo color y laten con la misma fuerza y pureza: la que brinda el Amor.
Bendita revolución del Amor y benditos sean nuestros hermanos egipcios y todos nuestros hermanos de este planeta que han tenido valor para iniciar el gran cambio.
Desde aquí todo mi amor y respeto para ellos.
Sgael.
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